Durante largos años lo único que pensé cuando iba a rodar era en la competencia, si bien no soy una ciclista profesional (y estoy muy lejos de serlo), por años dediqué mi tiempo libre en prepararme para competir. Mi mente estaba enfocada en mejorar cada día, adquirir herramientas y sin tregua dicho coloquialmente «Ir pa´adelante». Sin embargo, hace un par de años atrás mi propósito cambió por completo, no sé si por cansancio o porque simplemente la evolución de mi ciclismo mi llevó a elegir otro camino, uno más amable conmigo misma y más conectada a mi pasión.
Recuerdo ese día latente, me tocaba entrenamiento de fuerza -estaba preparando AcrossAndes- y me inundó un sentimiento de apatía extremo y una sensación de soledad que pronto inundó mis ojos de lágrimas, me dije a mi misma «porqué estoy haciendo esto», «porque me empeño en sufrir y no estoy disfrutando absolutamente nada» y para mi mala suerte fue diagnosticada con una discopatía. Ese día abandoné mi participación a la carrera, no debo mentir, pero me sentí profundamente decepcionada de mí misma, como yo, una persona con una voluntad de hierro, esa persona que se levanta a las 5 am a entrenar se deja llevar por esos sentimientos hasta el punto de abandonar.
«Y me inundó un sentimiento de apatía extremo y una sensación de soledad que pronto inundó mis ojos de lágrimas, me dije a mi misma «porqué estoy haciendo esto», «porque me empeño en sufrir y no estoy disfrutando absolutamente nada»
La respuesta vino a mí meses más tarde, no fue algo divino como una revelación sino que se fue suscitando de a poco, en cada pedaleo me preguntaba ¿Qué es lo que me gusta de rodar? ¿Porqué hago esto?. Y así me enfoqué en mis sensaciones, la sensación de libertad, la de descubrir nuevos lugares, de conectar con otros ciclistas y con la naturaleza y por fin encontré nuevo propósito: Disfrutar arriba de la bicicleta.
Así con el tiempo, me he dado cuenta que mi fin último es divertirme y deleitarme cuando pedaleo. Si bien soy matea y sigo entrenando periódicamente y compitiendo en algunas carreras ya no lo hago para ser la mejor o ganar un lugar en el podio, lo hago porque me gusta y porque al pedalear me siento en mi esencia, en mi lugar único, en mi refugio.
Ahora bien si estas atravensando por uno de estos periodos o crisis tal como lo pase yo te recomiendo preguntarte:
1.- ¿Porqué comenzaste a rodar?, Recuerdas tus primeros pedaleos y las sensaciones que te hacían sentir.
2.- ¿Qué es lo que más amas cuando estas arriba de la bicicleta? Por ejemplo: compartir con otros ciclistas, conectarte, sentirte libre, superarte a ti misma, etc.
3.- ¿Cómo te ves como ciclista en 5 años?, compitiendo, rodando con tu familia, participando de algún bikepacking etc.
Espero que mi experiencia y mis consejos te ayuden y puedas encontrar tu propósito arriba de la bicicleta tal como lo hice yo, ¡nos vemos en la ruta!
Conty Contreras
Fundadora de Pedalea por Ti
Ciclismo femenino en español 
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