Siempre me ha gustado la actividad física, cuando era chica en el verano practicaba esquí acuático, en el colegio hacía atletismo, cuando estaba en la universidad iba al gimmasio, después jugaba basquetball y en el año 2001 empecé a practicar yoga, lo que me ha ayudó mucho a mantener el cuerpo elongado y la mente enfocada, apoyo fundamental en los pedaleos largos y las carreras.
En una de mis incursiones en el gimnasio, se me ocurrió probar las clases de ciclismo indoor y me quedó gustando. Seguí durante bastante tiempo, hasta que un día armamos un grupo y salimos a pedalear a la calle. Recién ahí me di cuenta lo que era pedalear y tener que mover el propio peso del cuerpo para avanzar. Aunque iba en una mountainbike antigua y pesada, la sensación de ir con el viento en la cara me encantó!!! Tanto así, que a las dos semanas me inscribí en los 24K del Desafío Trek, una patudez de mi parte, pero con mi MTB antigua y sin experiencia, logré llegar en 4° lugar, lo que me dió el impulso para ir por más. Lo primero que hice fue comprarme otra bici… una MTB de carbón, con doble suspensión, y al día siguiente partí sola a Farellones. Llegué arriba agotada pero feliz… ¡No lo podía creer!
Seguí usando mi MTB por un tiempo, la mayoría de las veces fuera del cerro, hasta que un día me prestaron una bicicleta de ruta y me di cuenta de la gran diferencia entre una y otra. El paso siguiente fue comprar una bici de ruta y partir a Farellones. Ese año llegué en el segundo lugar de mi categoría, fue mi primer podio, y al año siguiente logré el primer lugar. ¡Que satisfacción lograrlo después de todo el esfuerzo!.
Anecdóticamente, entre las carreras más divertidas, recuerdo una de MTB en el Parque Tricao. Nunca me había caído tanto, crucé la meta tapada de barro, con una biela suelta y una rueda descuadrada, pero la disfruté de principio a fin. En carreras de ruta, el Giro del Lago es una maravilla y Portillo un sufrimiento, hasta que llegas y te encuentras con la Laguna del Inca, ahí se olvida todo.
De a poco he ido adquiriendo más conocimientos sobre la bici, ya sea el tipo de ropa adecuado para pedalear, la elección de un buen casco, zapatos, guantes, alimentación específica para entrenamientos o carreras, etc. En cuanto a la bicicleta, le he agregado distintos accesorios, un ciclocomputador, medidor de potencia, ruedas con perfil, sillín específico de mujer y otros detalles que con el paso del tiempo se van haciendo importantes. Además, si queremos tener un pedaleo cómodo es fundamental realizar un bike fit, que te dará las medidas exactas de la bicicleta para un desarrollar un movimiento biomecánico más eficiente de acuerdo a tu anatomía.
Actualmente, gracias a Colorado Bikes, uso una Tarmac Torch, que es una edición especial que se hizo para los últimos Juegos Olímpicos, y la particularidad que tiene es que cambia de color con la temperatura. El color original es naranjo pero al llegar a los 22°C se empieza a poner amarilla, hasta quedar casi amarilla flúor. Mi ruta favorita sigue siendo el camino a Farellones ya que me encanta escalar, la sensación al llegar a la cima es indescriptible para quien no lo ha vivido.
Aprovecho de salir a pedalear cada vez que puedo, siempre tratando de compatibilizar el mundo del ciclismo con mi trabajo y mi familia. Tengo tres hijos, de 10, 6 y 4 años que todavía requieren de mucho tiempo y atención. A ellos también los incentivo a usar la bicicleta, a veces los llevo al Pumptrack y otras veces salimos todos juntos. Incluso el año pasado nos inscribimos en un par de cicletadas familiares que se realizaron en Santiago. Además estoy dedicada a la acupuntura, lo que me permite manejar mis tiempos con los pacientes de acuerdo a mis actividades. Siempre trato de darme tiempo para mi misma, por muy ocupada que esté.
La bici mi terapia
Salir a pedalear me ayuda mucho a desconectarme de las preocupaciones y del stress de la vida diaria. Es un tiempo sólo para mi, que me doy como una terapia para cargar energías y oxigenarme. Hay veces que uno no se siente bien fisicamente para pedalear, pero la cabeza saca su fortaleza y te lleva a lograrlo. Arriba de la bicicleta me siento feliz, me he dado cuenta que generalmente voy con una sonrisa. Me voy motivando a lograr pequeños objetivos, llegar cada día un poco más lejos, un poco más rápido, más confiada. Muchas veces cuesta, pero es un tipo de sufrimiento que terminamos disfrutando.
Aunque a veces me inscribo en carreras, mi objetivo principal no es competir con otros, sino que superarme a mi misma y disfrutar del pedaleo, de los amigos o del paisaje. Somos muy afortunados en Chile de tener a pocos kilómetros de la ciudad paisajes tan variados y tan ricos en cuanto a vegetación, flora y fauna.
Me alegra ver en la ruta cada vez más mujeres atreviéndose a pedalear y disfrutar de este maravilloso deporte. Les dejo una invitación a darse un tiempo personal, a descubrir nuevas rutas y enamorarse de los paisajes arriba de la bicicleta.
Carolina Vial
Embajadora Colorado Bikes – Specialized
@carolavial
#pedaleaporti
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